Canalización de Hormigón Armado para aguas de Barranco (2)


Movimiento de tierras.-

El movimiento de tierras es la actividad que nos marcará tanto el inicio como la finalización temporal de nuestra obra y podemos destacar su actuación en dos grandes grupos:

Extracción de tierras.- Necesitaremos evacuar de la obra una gran cantidad de tierras y rocas naturales para poder realizar la canalización de hormigón armado prevista y los muros de contención del barranco. Para ello contaremos con varias maquinas: excavadoras de oruga, retro-excavadoras, camiones de carga, pequeñas excavadoras y dumpers si estos fueran necesarios.

Crearemos un camino exclusivo para la entrada y salida de camiones y pondremos a un operario a controlarlos si, como es nuestro caso, la obra se encuentra en una zona de tránsito de vehículos y pudiéramos ocasionar perturbaciones a los transeúntes del lugar. La necesidad de extracción de tierras vendrá devengada por el espacio geográfico en el que nos situemos, en nuestra obra hemos contratado dos vehículos oruga, uno para la extracción de tierra del barranco, que se ocupará también del dique de hormigón ciclópeo existente y otro para la extracción de tierra del espacio que comprende la futura canalización. Esto nos garantiza dos cosas: las máquinas siempre estarán en movimiento y por lo tanto el flujo de camiones será más o menos constante y si uno de los vehículos necesita parar por alguna avería, el otro irá a la zona que nos urja mayor necesidad de actuación.

El espacio físico que tenemos nos limitará también el poder acopiar las tierras que excavemos porque lo ideal sería reutilizar toda la que podamos en el posterior relleno y compactación. No nos servirán las tierras arcillosas expansivas o las que contengan en general muchas sales. Pensemos que la superficie por encima de la canalización de H.A. será un futuro aparcamiento. Siempre que no estorbe acopiaremos el mayor volumen posible de tierras aptas y de las rocas que extraigamos. La Retro-excavadora nos servirá para disgregar las rocas de gran dureza que aparecen en el subsuelo y que no nos posibilitan nuestra acción constructora. Estas rocas también servirán para las zonas donde realicemos hormigón ciclópeo y para el trasdós de los muros donde actuará como drenaje natural.

En toda excavación debemos prever las posibles dificultades de espacio. Por ejemplo en nuestra obra a cota de calle principal se producirá la mayor evacuación de tierras en camiones dado que es la zona de obra de más fácil tránsito pero el tiempo en el que debemos realizar la obra nos obligará a condenar esa salida antes de terminar la zona superior o comienzo del barranco, zona donde como ya se explicó se ubicará un vial cruzando la vertiente geográfica. Sabiendo esto hemos aprovechado al máximo el tiempo sacando la mayor cantidad de tierra posible de la parte posterior (sin dejar de extraer en la parte frontal, por supuesto) y hemos creado una segunda vía para cuando ya no sea posible la extracción en esa zona.

Huelga decir que los maquinistas tendrán la formación adecuada para este tipo de trabajos, no son trabajos fáciles ni cómodos y la constante presencia de una o varias personas a su alrededor será obligada. Deben estar comunicados por algún aparato para que, en caso de necesidad de comunicación y que el maquinista no oiga por el ruido ambiente, se le pueda contactar con la mayor de las eficacias, de ello puede depender el poder evitar un futuro accidente.

Relleno y Compactación.- Poco habremos de decir del relleno ya que sus bases son las mismas que las de la excavación pero con la finalidad contraria: Introducir tierras para el relleno de las zonas en las que la cota es insuficiente.

La compactación será uno de los elementos más importantes a vigilar debido a la peligrosidad que genera éste vehículo. La compactadora estará en función de las tierras a compactar, de la cercanía de edificaciones y de su tipología, es decir, cuanto más espacio libre alrededor y más rigidez tengan los elementos colindantes mayor potencia podremos utilizar. Las capas de compactación serán de 20 a 50 cms según estén en zonas de poca afluencia o en zonas cercanas a los elementos de contención (muros) o de canalización o vayan a servir de apoyo al tránsito de vehículos.

Regado abundante antes de compactar pero no excesivo, pues mucha agua impedirá que la máquina trabaje correctamente el truco está en echar agua hasta el momento anterior a que se vaya a producir la formación de pequeños charcos, también el ritmo de introducción del agua es importante: debe ser de forma suave para que las tierras vayan succionando el agua por sus vasos capilares.

Se dará el caso de que tengamos que compactar zonas de las que luego habrá que retirar la tierra para la introducción de elementos como pudieran ser la propia canalización o zapatas para los muros de contención, debemos tratar estas zonas como otras zonas que no han de ser retiradas dado que corremos el riesgo de despreciar su acción y dejar sin la debida cohesión la zona que ha de quedarse.

Y como va siendo habitual ya haré un parón aquí para concentrarme ya en el siguiente artículo en la creación de los muros perimetrales del barranco, el cuenco o estanco de reposo de aguas y la canalización de H.A.

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