Movimiento de
tierras.-
El movimiento de tierras es la actividad que nos marcará
tanto el inicio como la finalización temporal de nuestra obra y podemos
destacar su actuación en dos grandes grupos:
Extracción de tierras.- Necesitaremos evacuar de la
obra una gran cantidad de tierras y rocas naturales para poder realizar la
canalización de hormigón armado prevista y los muros de contención del
barranco. Para ello contaremos con varias maquinas: excavadoras de oruga,
retro-excavadoras, camiones de carga, pequeñas excavadoras y dumpers si estos
fueran necesarios.
Crearemos un camino exclusivo para la entrada y salida de
camiones y pondremos a un operario a controlarlos si, como es nuestro caso, la
obra se encuentra en una zona de tránsito de vehículos y pudiéramos ocasionar
perturbaciones a los transeúntes del lugar. La necesidad de extracción de
tierras vendrá devengada por el espacio geográfico en el que nos situemos, en
nuestra obra hemos contratado dos vehículos oruga, uno para la extracción de
tierra del barranco, que se ocupará también del dique de hormigón ciclópeo
existente y otro para la extracción de tierra del espacio que comprende la
futura canalización. Esto nos garantiza dos cosas: las máquinas siempre estarán
en movimiento y por lo tanto el flujo de camiones será más o menos constante y
si uno de los vehículos necesita parar por alguna avería, el otro irá a la zona
que nos urja mayor necesidad de actuación.
El espacio físico que tenemos nos limitará también el poder
acopiar las tierras que excavemos porque lo ideal sería reutilizar toda la que
podamos en el posterior relleno y compactación. No nos servirán las tierras
arcillosas expansivas o las que contengan en general muchas sales. Pensemos que
la superficie por encima de la canalización de H.A. será un futuro
aparcamiento. Siempre que no estorbe acopiaremos el mayor volumen posible de
tierras aptas y de las rocas que extraigamos. La Retro-excavadora nos servirá
para disgregar las rocas de gran dureza que aparecen en el subsuelo y que no
nos posibilitan nuestra acción constructora. Estas rocas también servirán para
las zonas donde realicemos hormigón ciclópeo y para el trasdós de los muros
donde actuará como drenaje natural.
En toda excavación debemos prever las posibles dificultades
de espacio. Por ejemplo en nuestra obra a cota de calle principal se producirá
la mayor evacuación de tierras en camiones dado que es la zona de obra de más
fácil tránsito pero el tiempo en el que debemos realizar la obra nos obligará a
condenar esa salida antes de terminar la zona superior o comienzo del barranco,
zona donde como ya se explicó se ubicará un vial cruzando la vertiente
geográfica. Sabiendo esto hemos aprovechado al máximo el tiempo sacando la
mayor cantidad de tierra posible de la parte posterior (sin dejar de extraer en
la parte frontal, por supuesto) y hemos creado una segunda vía para cuando ya
no sea posible la extracción en esa zona.
Huelga decir que los maquinistas tendrán la formación
adecuada para este tipo de trabajos, no son trabajos fáciles ni cómodos y la
constante presencia de una o varias personas a su alrededor será obligada.
Deben estar comunicados por algún aparato para que, en caso de necesidad de
comunicación y que el maquinista no oiga por el ruido ambiente, se le pueda
contactar con la mayor de las eficacias, de ello puede depender el poder evitar
un futuro accidente.
Relleno y Compactación.- Poco habremos de decir del
relleno ya que sus bases son las mismas que las de la excavación pero con la
finalidad contraria: Introducir tierras para el relleno de las zonas en las que
la cota es insuficiente.
La compactación será uno de los elementos más importantes a
vigilar debido a la peligrosidad que genera éste vehículo. La compactadora
estará en función de las tierras a compactar, de la cercanía de edificaciones y
de su tipología, es decir, cuanto más espacio libre alrededor y más rigidez
tengan los elementos colindantes mayor potencia podremos utilizar. Las capas de
compactación serán de 20 a 50 cms según estén en zonas de poca afluencia o en
zonas cercanas a los elementos de contención (muros) o de canalización o vayan
a servir de apoyo al tránsito de vehículos.
Regado abundante antes de compactar pero no excesivo, pues
mucha agua impedirá que la máquina trabaje correctamente el truco está en echar
agua hasta el momento anterior a que se vaya a producir la formación de
pequeños charcos, también el ritmo de introducción del agua es importante: debe
ser de forma suave para que las tierras vayan succionando el agua por sus vasos
capilares.
Se dará el caso de que tengamos que compactar zonas de las
que luego habrá que retirar la tierra para la introducción de elementos como
pudieran ser la propia canalización o zapatas para los muros de contención,
debemos tratar estas zonas como otras zonas que no han de ser retiradas dado
que corremos el riesgo de despreciar su acción y dejar sin la debida cohesión
la zona que ha de quedarse.
Y como va siendo habitual ya haré un parón aquí para
concentrarme ya en el siguiente artículo en la creación de los muros
perimetrales del barranco, el cuenco o estanco de reposo de aguas y la
canalización de H.A.
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