Tres edificios de tipología y usos diferentes tienen un material
en común: el cobre.
(Edition in English)
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Pues
sí: he descubierto el Triángulo del Cobre
He descubierto el Triángulo del Cobre y si, ya sé que es muy fácil
encontrar semejante triángulo, claro, basta con que lo forjemos nosotros mismos,
pero no es a eso a lo que me refiero, sigue leyendo y lo averiguarás.
En Tokio (capital de Japón) está el salón de belleza Fujitsubo. Se trata de un edificio de planta
rectangular que ocupa 108,31 metros cuadrados y que tiene dos características
principales: tres grandes tragaluces en el tejado, justo en la cima de tres
pirámides con eje descentrado y una envolvente de hormigón recubierta de una
capa de cobre. El cobre irá
cambiando con el tiempo, dado que al oxidarse la capa exterior modificará su color, esta es la idea principal para que los
autores eligieran este material para el exterior: ver cómo pasa el tiempo. Los
arquitectos son el equipo formado por Yoshihiro Hirotani y Yusaku Ishida de Archivision y están
bastante orgullosos de su trabajo, cuya repercusión es muy fuerte si la
comparamos con la escasa superficie en la que actuaron.
En Chile se encuentra el Complejo Andrónico Luksic Abaroa. Este
complejo fue inaugurado el pasado año y alberga el Departamento de Ingeniería
de Minería de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ocupa una superficie
de 3.500 metros cuadrados con instalaciones subterráneas y tiene, además, 1.200
metros cuadrados de áreas verdes (o jardines). El arquitecto responsable (Enrique
Browne) se basó en la forma de una grieta minera para el diseño del
complejo.
El edificio costó 4.600 millones de pesos (unos siete millones de
euros), tiene un auditorio, salas de oficinas, un Faculty Club con casino,
gimnasio y salas de estar. Sobresale
hacia la superficie un museo donde se expone la historia de la escuela de
ingeniería, un espacio dedicado al fundador (Andrónico Luksic) y una gran roca
en el centro (10 toneladas) que fue la primera piedra que salió de la mina,
escogida por el señor Andrónico personalmente. El Museo tiene forma cilíndrica y
está forrado de láminas de cobre.
En Chile, en la ciudad polaca de Zory, el equipo de arquitectos OVO Grabczewscy Architekci ha
diseñado (y construido) otra edificación cuya base es el cobre. Denominan al
edificio el “Museo del fuego” dado que el lugar, Zory, significa fuego debido a
que se construyó donde un bosque se había incendiado.
La construcción abarca una superficie de 642 metros cuadrados y
está conformada por tres muros recubiertos de paneles de cobre. La disposición irregular de estos paneles y
el contorno asimétrico de los mismos hace que la luz reflejada en ellos dance
de una forma muy singular, casi como si parecieran llamas, evidentemente, ésta
es la idea principal de los diseñadores. Hay que destacar que, para que el
cobre no se oxidada con el paso del tiempo, utilizaron un barniz muy especial
en toda su superficie, de forma que el efecto “fuego” esté siempre presente en
la construcción.
Ya
veis porqué lo llamo el Triángulo del Cobre: está formado por tres
edificaciones con sus tres estudios de arquitectura, en tres lugares del Mundo,
con tres formas geométricas bien diferenciadas, tres usos funcionales distintos
y cuyo denominador común es la fachada de cobre, tampoco hay que despreciar el
uso de tres lenguas diferentes…
El cobre es un elemento fantástico como material de construcción.
Es un metal que se puede encontrar en la naturaleza, esto y la alta ductilidad
y maleabilidad (propiedad por la que se pueden obtener delgadas capas sin que
se rompa o cuartee el material) han hecho que sea utilizado por la humanidad
desde (al menos) el año 7.000 antes de Cristo, además, se recicla en su
totalidad. Tiene tantos posibles usos como podamos imaginar: adornos en forma
de figuras, útiles de cocina, herramientas de trabajo, conductores eléctricos,
elementos mecánicos (gracias a su conductividad térmica), canalizaciones de
agua, etc.
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