El terrazo del Hotel Danieli en Venecia

Visitar Venecia es un placer para los sentidos, es la ciudad del lujo por excelencia, además, posee uno de los mejores hoteles del Mundo.
(Edition in English)


Uno de los mejores ejemplos de lo que nuestra especie es capaz de lograr, arquitectónicamente hablando, es la ciudad de Venecia, ya sabéis, la de los canales y las góndolas. Esta ciudad tiene en su haber varios de los hoteles más lujosos del Mundo, uno de los más conocidos (hay quién dice que es el mejor de Europa) es el Hotel Danieli (si, si, el que utilizaron Angelina Jolie y Johnny Depp en su película “El Turista”).

El edificio en el que se enclava el Hotel transpira tradición por los cuatro poros, rezuma vivencias en cada espectacular detalle, no en vano, fue construido por una de las familias más tradicionales de la región, otrora Nación. La familia Dándolo le dio a Venecia cuatro Duxes, entre los cuales figura Enrico Dándolo, que conquistó Constantinopla, dicen que a los 85 años y ciego del todo. Este edificio es el Palacio Dándolo, por supuesto.


La construcción se remonta al siglo XIV y exhibe un marcado estilo gótico veneciano, con sus arcos ojivales (arco que se corta por dos líneas paralelas a ambos lados de su eje y se unen formando así un arco con terminación en punta) y sus ventanas con forma de tréboles, algo que se repite en el interior, además tiene un característico color rosa en su fachada. Durante varios siglos perteneció a diferentes familias: los Gritti, Bernardo, Mocegino o Nani, fueron poseedores de la propiedad hasta que en 1822 Giuseppe Dal Niel compró la segunda planta y la convirtió en un hotel, años más tarde su hija, Alfonsina Muzzarelli, terminó de comprar el resto adueñándose de todo el edificio.


Con el tiempo cambió de propietarios, los Genovesi y la Campi Bozzi & C. invirtieron una pequeña fortuna en 1895 para introducir la energía eléctrica, los ascensores y radiadores de vapor, todo un lujo en aquella época. En 1945 completaron lo que es hoy el hotel, al demoler los edificios que separaban el Palazzo Dandolo y el Palazzo delle Prigioni, y construyendo el Palazzo Danieli Excelsior. Éste último edificio fue rediseñado por el afamado arquitecto francés Jacques Garcia en 2008, dándole el aspecto del que presume hoy.


El inmueble se ubica a pocos metros de la Plaza de San Marcos, cerca del centro de la Ciudad y sus edificios más emblemáticos, como la Basílica de San Marcos, el Puente de los Suspiros o el Palacio Ducal. El Hotel se encuentra englobado dentro de The Luxury Collection”, una variada gama de espacios de alta calidad en más de 20 países que llevan la marca Starwood Hoteles detrás.


La entrada es por el portal gótico de la Calle delle Razze y se compone de una singular decoración en mármol rosa y una escalera sencillamente espectacular. Los espacios están divididos por columnas de elegante fractura, motivos florales adornan cada esquina y bustos marmóreos te miran con aire de opulencia. La mayoría de los huéspedes de este hotel destacan, ante todo, el sentimiento de hogar que les embargó durante su estancia.


Lámparas de cristal de Murano adornan el salón de la Suite Dándolo, los revestimientos de mármol se encuentran por cualquier lugar, en los baños se transforman en bañeras o paredes. Uno de los aciertos destacados de los propietarios del lugar ha sido el de darle personalidad a sus espacios. Así, Marco Polo presta su nombre a un recibidor en que el descanso está asegurado y a varias habitaciones de estilo renacentista ubicadas en el Palazzo Danieli Excelsior, con cortinas de seda y techos con molduras crema y doradas.


Las tres Suites Signatures están inspiradas en tres celebridades: una en Greta Garbo, diva del cine en los años treinta, otra en María Callas, gran diva de la ópera y la última, pero no por ello menos inspiradora, en su Alteza Real la Princesa Gracia de Mónaco. Estas suites tienen inolvidables muebles antiguos, suelos de parqué y espectaculares techos, tejidos suaves color bronce, y una cama que no te dejará escapar. Todo decorado por el interiorista francés Pierre Yves-Rochon.

Otras joyas de la edificación son el bar Dándolo del hotel, situado en una esquina del salón gótico del Palazzo, los ricos tapices que evocan el legado de la Perla del Adriático, el olor del Acqua di Parma con el que agasajan en los baños, su bar terraza, con vistas inigualables de la cuenca de San Marcos, o su restaurante desde el que se ve Santa María della Salute y el Palazzo Ducale.


Sus suites Executive rinden homenaje a la grandiosidad gótica en su vestíbulo principal, y, en sus baños de mármol, allí te impregnan de las fragancias de Laura Tonatto, por supuesto, también tienen unos cómodos albornoces y zapatillas, todo elementos únicos, como corresponde a un Hotel cinco estrellas. Su estrella principal es la suite real Doge Dándolo con vistas de 180º de la Laguna con la isla San Giorgio Maggiore como telón de fondo, retratos reales del siglo XIX, sillones barrocos y mesas de mármol Carrara, posee un fresco original del siglo XVIII de Jacobo Guarana y alfombras sobre el suelo de terrazo veneciano.


El terrazo es un pavimento de origen veneciano que se realizaba con una masa de arcilla en la que se esparcían trozos de mármol, con el tiempo se dieron cuenta de que, añadiéndole sellantes y puliéndolo se convertía en una superficie de bella fractura. En la actualidad en vez de arcilla se utiliza cemento (normalmente blanco) y colorantes que se mezclan con mármoles o piedras de fácil pulido, no se suele añadir granitos porque dificultan el desbaste excesivamente. Por supuesto se comercializa en baldosas y en elementos decorativos, también se pueden fabricar in situ, convirtiéndose en una superficie sin juntas, en este caso, hay que calcular bien las juntas de dilatación para que no se produzcan fisuras.


Por supuesto en sus instalaciones tienen fitness, Spa, televisión, los mejores manjares de la región, vinos y cócteles de primera (el bar Dándolo ha recibido recientemente el premio Gambaro Rosso), y un largo etcétera, eso sí, si pagas entre 475 y 12.250 euros la noche, todo hay que decirlo.


Comentarios

  1. El edificio en el que se enclava el Hotel transpira tradición por los cuatro poros, rezuma vivencias en cada espectacular detalle, no en vano, descubrelo que fue construido por una de las familias más tradicionales de la región, otrora Nación. La familia Dándolo le dio a Venecia cuatro Duxes, entre los cuales figura Enrico Dándolo, que conquistó Constantinopla, dicen que a los 85 años y ciego del todo. Este edificio es el Palacio Dándolo, por supuesto.

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