Alejarse del mundanal ruido de las ciudades no significa perder en contacto
con la modernidad y la tecnología, tampoco, descuidar el Medio Ambiente.
Casa en Montana junto al río Yellowstone
Matt Springfield se lo había dejado
meridianamente claro: “Como se te ocurra
volver sin una buena ubicación para la casa de nuestros héroes no tendrás que
preocuparte nunca más por tener ideas”. A ella le sonó duro y desagradable,
pero no le quedó otro remedio que reconocer que trataba a todo el mundo por
igual, así que a trabajar, sin dilación, “ya
veremos quién va a dejar de tener ideas”, pensó altanera la ayudante de
dirección.
Lisa Groening conocía al dedillo
los personajes que iban a ser protagonistas de la película de ficción, sus
gustos y sus fobias, sus superpoderes (eran superhéroes) y sus debilidades, las exigencias eran altas,
casi tanto, como el presupuesto. Springfield
pensaba que esta sería su obra maestra, y, más importante, los productores de
la película también lo pensaban. Su trabajo consistiría en buscar una casa que
hiciera las veces de hogar de la familia de héroes, en el campo, para más
señas.
Casa en Montana junto al río Yellowstone
Su primera visita fue a Montana, donde el grupo de arquitectos HUUM (o Hughes
Umbanhowar Architecs, como les gusta llamarse en la intimidad) habían finalizado una Supercasa de montaña en un terreno de 8
kilómetros cuadrados junto al río
Yellowstone. Está tan pegada al río que ha sido elevada 72 centímetros con
un zócalo de hormigón para evitar que en épocas de crecidas el agua inunde el
inmueble.
Casa en Montana junto al río Yellowstone
A Lisa
no le costaba imaginar cómo Guadalupe
del Rosario, protagonista principal, madre soltera de origen mexicano con
el superpoder de trasladarse por el espacio-tiempo, aparecía de repente en la
puerta principal, para cruzar el puente por el que se accede a la casa. Después de un
duro día en el que habría salvado el planeta o algo así, a la “prota” le apetecería descansar en su
gran salón, ubicado en la rama más corta de la “T” que forma la planta del
edificio.
Casa en Montana junto al río Yellowstone
La madera
es el elemento principal del hogar en la sección inferior, cubre suelos,
paredes y envuelve la fachada dejando grandes ventanales en ciertas partes. En la fachada superior, una cuña de cristal ofrece unas vistas
incomparables del entorno. La construcción finalizó en junio de 2.013, y
sus 353 metros cuadrados de superficie son el hogar ideal para cualquier Superfamilia, con sus techos de metal,
una parte cubierta de un jardín vegetal, utiliza calefacción y refrigeración
geotérmica y lámparas LED (siempre led´s), apostando por la eficiencia
energética. ¡Cómo se divertiría SuperGuadalupe
haciendo enchiladas en la cocina Bulthaup!
Casa en Wyoming en la falda de la Cordillera Teton
Después viajó a Wyoming, a visitar una lujosa casa de montaña de 650 metros
cuadrados, cuya construcción finalizó en 2.014. El estudio de arquitectura Abramson-Teiger puso toda la carne en el asador para diseñar una
vivienda en dos volúmenes que se adaptan a la falda de la Cordillera Teton. Dos aleros cubren dos cuerpos longitudinales que
se desplazan hacia un lado y hacia arriba, simulando una separación para
aprovechar al máximo la luz y el espacio.
Casa en Wyoming en la falda de la Cordillera Teton
Cristales de piso a techo te permiten disfrutar
de las vistas, mientras que el resto de fachadas son de hormigón y acero
corten, materiales que
ganan con el tiempo. Para proteger el interior del adverso clima han utilizado
el sistema de “pantallas de lluvia”, más
conocido como fachada ventilada, consistente en proteger la piel interior
(resistente y estanca) con una piel exterior que impida el paso del agua y el
embate del viento, en medio, una cámara
de aire.
Casa en Wyoming en la falda de la Cordillera Teton
La ayudante de dirección se imaginaba a Emiliano, el hermano de la “prota”, que residía en la misma casa,
entrando después de encoger su
vehículo para metérselo en el bolsillo (su poder es cambiar de tamaño las
cosas) y tumbándose en el sofá mientras ponía la M-Tv para escuchar su música favorita. Se quedaría mirando el suelo de hormigón fratasado, pensando que,
gracias a él, a la fachada ventilada y al sistema de calefacción geotérmico, se
ahorrarían unos dólares a final de mes.
Casa en el desierto de Nevada
Su segundo de abordo, un tal Bart Silverman, le habló de otra Supercasa en Nevada, una diseñada
por Assemblage
Studio para que no pasara
desapercibida en medio del desierto, fundiéndose en él pero elevándose con
gracia vernácula. Así, sus volúmenes se distancian dejando paso al agua y al
aire para refrescar las intensas temperaturas que rodean esta parte de Las
Vegas.
Casa en el desierto de Nevada
Tresarca, así se llama la
vivienda, lo ofrece todo abiertamente, conectando las estancias con elegancia y
vivacidad. Un pequeño puente te lleva de la casa a la piscina
sin fin, cerca te espera
una sombreada sala exterior donde descansar, pavimentos de mármol, barandillas
de cristal y escaleras de metal, flora típica de la zona en cada esquina
rodeada de pisos de grava y escaleras por doquier.
Casa en el desierto de Nevada
Groening se imaginó a Jaqueline, hija de Guadalupe, capaz de
leer las mentes a kilómetros de distancia, disfrutando de la planta alta del
edificio: un volumen paralelepípedo que se encierra en unas rejas de metal
taladrado, toda una experiencia enriquecedora que protege del intenso sol mientras crea juegos
de luces y sombras. Para una adolescente sería como estar en el paraíso.
Casa en Colorado sobre un sinclinal
Por último, Lisa
visitó Colorado, donde descubrió la Syncline House (si, otra casa con
nombre), realizada por el estudio de arquitectura Arch11, construida para un antiguo escalador en el año 2.009, posee una
superficie de 456 metros cuadrados y se aposenta sobre un sinclinal (pliego de la corteza terrestre en forma de “U”) en el
Condado de Boulder. El edificio
parecía mágico, sobre todo porque tiene una huella de carbono casi nula, por
eso le han otorgado el certificado Leed
Gold.
Casa en Colorado sobre un sinclinal
Para conseguirlo, Arch11 suministró a la casa un sistema de producción solar de 10 kilovatios,
un sistema de calefacción y refrigeración geotermal, un techo
verde y un eficaz diseño
que estudia al milímetro las actitudes atmosféricas de la zona. En el exterior,
los cuatro materiales más importantes en construcción hacen las delicias de sus
dueños: recubrimientos de piedra,
madera, vidrio y metal.
Casa en Colorado sobre un sinclinal
El principal “leitmotiv” de este inmueble es la inmersión con el entorno
circundante, así, voladizos sostenidos
por pilares minimalistas protegen ventanales de piso a techo, cada parte
importante de la casa, como la cocina, tiene relación directa con el exterior,
incluso el dormitorio principal, en la planta alta, tiene un tabique móvil que
se abre por completo dando a la cubierta.
Casa en Colorado sobre un sinclinal
Lisa Groening vislumbró como su
idolatrado director de cine haría que el actor que representara a Juan Pablo, gemelo de Jaqueline,
encendiera la chimenea con un chasquido de los dedos (su superpoder es provocar la combustión
instantánea de los objetos), mientras planeaba como vencer al poderoso supervillano de turno. Unos días más
tarde se plantó ante su jefe, y, cabizbaja le espetó: “tenemos un problema señor, no hemos encontrado ninguna casa para la
familia Hernández – sintió la mirada iracunda del director – sólo hemos logrado encontrar una para cada
pariente”.
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