Trump está indisolublemente unido a la ciudad de Nueva York gracias a sus
numerosos inmuebles, muchos de ellos, son rascacielos icónicos.
(Edition in English)
(Edition in English)
Imagen de la Trump Tower en Nueva York
Bart y Lisa se miraron con complicidad, las chanzas y burlas de sus compañeros (por su parecido con los populares
personajes de una serie de ficción) los primeros meses de trabajo se habían
convertido en vítores por su excelente labor, formaban, sin duda, un buen
equipo. Después del éxito cosechado en la búsqueda de un Superhogar para unos superhéroes de origen hispano, su jefe
y cineasta, Matt Springfield, les
había encargado un nuevo reto: encontrar un centro de operaciones para el Supervillano de la historia.
Así, frente a Guadalupe del Rosario, madre soltera con el superpoder de
trasladarse en el espacio-tiempo, Emiliano,
hermano de Guadalupe, capaz de cambiar a personas y objetos de tamaño y Jaqueline y Juan Pablo, hermanos gemelos e hijos de Guadalupe, con los poderes
de leer la mente y provocar la combustión de objetos a distancia (respectivamente); se
encontraría el malvadísimo Daniel el
Tramposo, su archienemigo más letal.
Entrada de la Trump Tower en Nueva York
Al recibir el encargo no les hizo falta ni
mirarse para comprender lo que estaban pensando, el parecido estético era más
que aparente, un famosísimo Donald
Trump había sido elegido como futuro Presidente
de los Estados Unidos con una promesa electoral muy singular: construir un muro
entre México y los EEUU, acostumbrados a los parecidos razonables, y
aprovechando la circunstancia de que Trump es uno de los mayores empresarios
inmobiliarios del país, les pareció lógico que una de sus propiedades fuera la
sede de Daniel el Tramposo.
En sólo unas horas desglosaron los rascacielos
que el magnate posee en Nueva York, empezaron, por supuesto, por su icónica
torre: La Trump
Tower, un edificio que
ha marcado profundamente la estética de la ciudad desde su creación. Construido
en 1.984, ocupa el 725 de la Quinta Avenida, y alberga en su interior la sede
de la Organización Trump, su residencia privada (en el triplex de las últimas
plantas), comercios de retail, oficinas y condominios residenciales de lujo.
Imagen de la Trump Tower en Nueva York
Su arquitecto, Der Scutt, configuró una planta escalonada
que permite que las habitaciones principales de las residencias tengan vistas
en dos de sus paredes. El edificio cuenta también con dos elementos
singulares: una cascada de terrazas al aire libre con zonas verdes y un atrio
público de espectaculares dimensiones (ocupa las cinco primeras plantas). Los
apartamentos de lujo se encuentran entre los pisos 30 y 68 (el último de la
torre) con propietarios famosos de la talla de Bruce Willis o Cristiano
Ronaldo.
Interior de la Trump Tower en Nueva York
Este rascacielos de 202 metros tiene en su haber ser el edificio más alto
en utilizar estructura de hormigón reforzado con núcleo del mismo material, en la ciudad de Nueva York y en el momento
de su construcción. Lisa Groening
sostuvo firmemente que ésta debía ser la sede del malvado Daniel el Trump-poso (así lo llamaba ella), su excelente ubicación,
su siniestra belleza y elegancia (marcada sin duda por sus cristales oscuros y
sus letras en bronce) le hacían merecedor de tal prestigio.
Imagen de la Trump World Tower en Nueva York
“No te precipites querida, espera a ver si la Trump World Tower no es más de su
estilo”, Bart Silverman no dejaba que se le escapara una… ¡y tenía razón!
Sin duda la estética del lujoso rascacielos de 262 metros situado en el 845 del
United Nations Plaza (en la Primera Avenida), con su oscura forma
rectangular, desafía todo su derredor con suficiencia (como podría hacerlo un
villano de ficción).
Entrada de la Trump World Tower en Nueva York
Este singular edificio fue, en el momento de su
construcción, el
edificio residencial más alto del Mundo. Cuenta con 72 plantas (aunque dentro se
denominan hasta noventa), 376 apartamentos de lujo (algunos de ellos estudios)
y casi 90.000 metros cuadrados de superficie construida (ahí queda). En su
interior, y si tienes suerte, podrás tropezarte con Bill Gates, Sophia Loren o el mismísimo Harrison Ford.
Interior de uno de los apartamentos de la Trump World Tower en Nueva York
El diseño corrió a cargo del arquitecto griego Costas Kongylis, que trabajó junto a la
empresa de ingeniería WSP
Cantor Seinuk para construir
este edificio entre 1.999 y 2.001. Ellos nos cuentan que la relación de esbeltez es de 1:11, un metro de ancho por cada 11 de
alto, lo cual se pudo conseguir gracias a una novedosa estructura de
hormigón armado (combate el viento con efectividad) y a un amortiguador de masa
de 600 toneladas en la cúspide del inmueble.
Imagen de la Trump International Hotel and Tower en Nueva York
Ambos se acordaron de otra fantástica torre del
futuro Presidente, la Trump International Hotel and Tower, un edificio de oficinas construido en 1.970 por
la empresa Gulf and Western que fue
remodelado por su nuevo propietario en 1.997 para alcanzar los 178 metros
añadiéndole algunas plantas más. El
complejo, de uso residencial, alberga un Hotel con 160 habitaciones de la
cadena Trump y 158 apartamentos de lujo.
Piscina cubierta de la Trump International Hotel and Tower en Nueva York
En la reforma intervino el mismo equipo que en el
Trump World Tower, Costas y Seinuk, estos, respetaron
la estructura original de acero, reforzándola con otra adyacente de hormigón
armado para evitar el incómodo movimiento a que estaba sometida cuando se
producían fuertes rachas de viento. No era difícil imaginar a Daniel
recorriendo su edificio y disfrutando de sus instalaciones, de su piscina
cubierta, de su sauna, de su centro de salud… ¡todo para estar bien mientras se
practica el mal!
Axa Financial Center en Nueva York
Desecharon el Axa Financial Center, un edificio construido en 1.963 que había
sido reformado en 2.012 y que tenía una capacidad de casi 170.000 metros
cuadrados en sus 44 plantas. Lisa y Bart coincidieron en que sus líneas
puristas en gris y cristal (a pesar de sus no desdeñables 174 metros de altura)
no eran la imagen ideal para la futura película de ciencia ficción. Además, no
les gustaba mucho la ubicación, en el 1290 de la Avenida de las Américas.
Imagen de la Trump Building en Nueva York
Y si, se enamoraron del rascacielos denominado Trump Building, un edificio construido
en 1.930 y que, al menos por unos meses, fue el más alto de su época (superado por el edificio Chrysler).
Este sentimiento de haber sido el primero pero que le
arrebataran el título era algo que atraía a Bart, “es algo
que saca tu parte oscura interior”, le susurró a Lisa, que discrepaba con
él (algo usual).
Imagen de la Trump Place en Nueva York
Tiene 71 plantas de altura, alcanzando los 255
metros (283 si contamos la antena) y una estética Art Decó muy de la época, su ubicación, en el 41 de Wall Street, lo
hacía también perfecto para el uso al que querían destinarlo, en primera línea
de acción. Con estructura de acero y revestimiento de piedra caliza, a los
“buscadores de edificios les pareció increíble que fuera construido en tan solo
un año, un prodigio para aquellos tiempos… ¡y para estos!
Imagen de la Trump Soho en Nueva York
Otros complejos de Donald Trump, que estaban dispuestos a examinar, eran el Trump Palace, un rascacielos de 55
plantas construido en 1.991 con 190 metros de altura en el número 200 East 69th
Street, el Heritage at Trump Place,
de 41 plantas construido en 2.001, el Trump
Park Avenue, de 32 plantas y 119 residencias, otro clásico de 1.929, o el
modernísimo Trump Soho, construido
en 2.010 y diseñado por el estudio de arquitectura Handel Architects, a pesar de sus relativos escasos 138 metros de
altura, tenía a su favor sus vistas en 360 grados.
Imagen del Hotel Plaza en Nueva York
Sin embargo, Lisa
Groening y Bart Silverman no aconsejaron
a Matt Springfield ninguno de estos
rascacielos como sede del Malvado Daniel
el Trump-poso… perdón, quise decir Tramposo.
La futura sede del archienemigo de los superhéroes mexicanos debía ser, a su
juicio, el Hotel
Plaza, construido en
1.907 con estilo modernista y en una inigualable ubicación frente al Central Park… era, sin duda, la mejor
opción. Claro que, a los personajes de este post, no les extrañó que su jefe se
decantara por otro… ¡Así es la vida!
Comentarios
Publicar un comentario