La implementación de este concepto ahorraría entre el 75 y el 90 por ciento del consumo eléctrico, esto equivaldría al 33 por ciento del consumo total energético del país.
De los creadores de “Si todo va bien para que mejorar y si todo va mal, no cambies que podría ir a peor” o de “¿Por qué invertir y ganar más si tenemos suficiente?” llega ahora: “No le hagas caso a eso de la Eficiencia Energética, sólo es un negocio”. Claro que poco sospechan, los que afirman ésta última premisa, cuánta razón tienen… ¡aunque a la inversa! Sí, es un negocio, un gran negocio que nos beneficia a todos y en grandes cantidades… económicas y medioambientales.
En esta línea de actuación se enfundaron el mono de trabajo los precursores del sistema Passivhaus, Bo Adamson yWolfgang Feist (éste último director del Passivhaus Institut de Darmstadt) a finales de la década de los 80. Ellos diseñaron pautas que permiten construir casas pasivas (ya sabéis, las que no son agresivas
de forma que mantienen una adecuada confortabilidad sin necesidad de demandar altas dosis de consumo energético. La primera construcción realizada con estos parámetros se llevó a cabo en 1.991 en Darmstadt, después de ésta, se han ejecutado más de 25.000, y sigue creciendo el número.
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