El Enoturismo tiene un nuevo ícono en la Toscana: la
bodega Antinori se esconde bajo tierra, bajo la tierra de sus viñedos.
Hoy presento una obra singular, que, para mí,
se aleja de la arquitectura: La Bodega Antinori. Inexplicablemente, la bodega de la centenaria
familia italiana Antinori, cuya presencia en el mundo enológico se ha
hecho notar por más de 20 generaciones, se coló en la lista de los premios Mies Van Der Rohe, al final volvió la cordura y no recibió el
galardón. Porque… ¿Acaso estaría de acuerdo Mies con la elección? ¿Se parece o
asemeja este nuevo edificio (cuya construcción terminó en el año 2.012) a lo
que él entendía por arquitectura? Claro, tal vez el problema sea que este
premio europeo debiera llevar otro nombre, u otra sensibilidad.
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